domingo, 25 de enero de 2009

S/T

Hola mi amor:
Te escribo hoy,día largo de entre los más largos que he vivido,porque aún tengo razones para dedicarte un recuerdo,un paseo bajo nuestra luna y un millón de arrepentimientos.

Recuerdo cuando estabas entre mis brazos y me mirabas para no decir nada con sentido y sí con tanta sensibilidad. Recuerdo cuando te amaba sin pensar en nada más, cuando nos contábamos cosas sin usar cartas como esta... Hoy mi ánimo me ha obligado a escribirte y sé que también tú derramarás alguna que otra lágrima cuando lo leas, te conozco tan bien... No sabes lo que te echo de menos!

Sólo han pasado un par de meses y ya estoy así. La pasión fue solo el entrante del menú más caro de nuestro restaurante favorito y de ese menú te hartaste sin llegar a los postres... Amor mío, sabes que nunca llegaré a querer a nadie como a ti,que no te debiste haber ido.

No sabes lo que me divertía organizar por colores las piezas del puzzle que eras, darle la vuelta a las ideas que de ti no me gustaban, buscarte y decirte que estaba dispuesto a mezclar tus trozos con los míos. Sabes que eres todo para mi por tu respeto y tu sinceridad, por tu par de ojos que leen en el mar los mismos veranos que leo yo, por tu par de manos que tocan la misma arena que toco yo, por ese huesecito que tiembla cuando lo soplo... Por hacerme vivir el invierno más caluroso que nunca he vivido.

Ojalá hubiera sabido llegar, pero me perdí en el camino. Siento haber aparecido así de la nada, siento haberte liado más de la cuenta. Siento haber sentido tanto contigo.

Tu cuerpo desnudo se vestía con mis palabras sólo porque tenías la valentía de escucharlas, y el edredón se empapaba de sudor cuando tocaba sudar. Esas noches salpicadas en el calendario duraban menos minutos de lo normal. A veces nunca te fuiste y los días grandes de grandes amaneceres se arrepentían de haber amanecido porque te pillaban desnuda y se sonrojaban,de que color es sino un amanecer???

La tristeza me impide pensar en frío y sin embargo hace que en mi pecho tiemble un témpano de hielo que se cambió por mi corazón el día que me dije a mi mismo que era mejor olvidarte.

Aunque lo dudes, te quiero como se quieren los protagonistas de las películas en blanco y negro. Aunque lo dudes, te llevo en mi vida para siempre, siendo la exageración una mísera intrusa.

Aunque no te lo creas, seré siempre tuyo, mi amor.